CULTURA Y PERSONALIDAD
EN LA ANTROPOLOGÍA DEL SIGLO XX
Tomás Austin M.
Escrito 1995
En La Página del
Profe 2002
Subido a este Blog
2021
Los antropólogos
han usado la noción de personalidad
para referirse a comportamientos característicos y a formas de pensar y de
sentir, y han usado la noción de cultura
para indicar estilos de vida, ideas y valores que influencian el comportamiento
y la vida mental de la gente.
En el pasado, los antropólogos
creían que una personalidad típica era lo que prevalecía entre la gente de una
sociedad dada, debido a la cultura que compartían, también creían que las
diferencias ente las culturas correspondían a diferencias de tipo de
personalidades que se presumía eran típicas o prevalecientes en esas
culturas. Así, en antropología cultural, las personalidades típicas han sido
conceptuadas alternativamente como "personalidad
configuracional", "estructuras de caracteres", "personalidad básica o modal" y
"el carácter nacional",
siguiendo una línea o perspectiva clásica en Antropología Psicológica de claro
desarrollo norteamericano.[1]
1. El Configuracionalismo[2]
RUTH
BENEDICT
(1987-1948) fue la pionera en los estudios sobre Cultura y Personalidad, con su
libro EL HOMBRE Y LA CULTURA (Título
original: Pattern of Culture) publicado por primera vez en 1934. Esta antropóloga cultural norteamericana fue
uno de los miembros más importantes del movimiento de Cultura y Personalidad
que dominó la mayor parte del pensamiento antropológico norte-americano de las
décadas del 30 y 40. Ella era proffesor (Directora del Departamento)
de Antropología de la Universidad de Columbia, al momento de su muerte en 1948.[3]
Su contribución más importante y
controversial fue su argumento para el estudio de culturas completas, que ella
llamó configuracionalista, Cada cultura, creía ella, es moldeada en una
forma o modelo único, es decir, se organiza alrededor de una ethos cultural central y, consecuentemente,
es una configuración o totalidad
integrada. Aunque los miembros
individuales en esas culturas pueden diferir en sus personalidades, el sistema
cultural tiende a empujarlos hacia un tipo ideal de personalidad. Aquellos cuya personalidad es más compatible
con el ideal cultural debieran ser los más felices y los que mejor se ajustan a
la sociedad. Así, podríamos decir que el
ethos de la cultura argentina es distinto al ethos nacional chileno, brasilero,
etc. Asimismo, tendríamos un ethos
cultural mapuche, que configura una
personalidad mapuche, etc.
1.2.
El concepto de ethos
Debe agregarse que el concepto de
ethos es usado para tratar problemas de integración en sistemas sociales y
culturales totales. Cuando un analista
desea juntar los detalles de muchas observaciones que ha hecho sobre una
comunidad o una nación, pueden plantearse interrogantes sobre la clase y
calidad de la organización total, la congruencia de sus instituciones y la
consistencia de los diferentes aspectos de
vida. El concepto de ethos es usado aquí para crear un orden
(conceptual) haciendo notar y
sintetizando las cualidades afectivas distintivas que se expresan en
diferentes contextos institucionales, en distintas clases de comportamiento
social o en diferentes productos culturales.
El propósito de este concepto es describir los aspectos emocionales centrales o dominantes de la conciencia que dan
colorido y calidad a los diferentes comportamientos observados en una comunidad,
a diferencia de otros argumentos y conceptos del estudio de la integración
cultural que enfatizan los conjuntos cognitivos, la estructura social, procesos
semántico o históricos, etc.
Para Ruth Benedict, cada una de las
culturas hacen una selección diferente de las potencialidades naturales de los
seres humanos, dando preponderancia a ciertas potencialidades en generaciones
sucesivas e ignorando y hasta rechazando otras. Utilizando el contenido cultural de que
disponen: técnicas, formas de organización social, temas religiosos, etc. los
herederos de cada cultura configuran un
determinado estilo de personalidad a expensas de otros estilos de vida. La máxima aportación de esta antropóloga, el
libro PATTERN OF CULTURES[4], señala las formas en que
los seres humanos, criados en una sociedad en marcha, desarrollan
selectivamente unas potencialidades a costa de otras que serían incompatibles
con los valores de esa sociedad.
De manera que, volviendo a nuestro
tema central, el configuracionalismo tenía como objetivo la identificación del
ethos fundamental de cada cultura. Como
se explicó, para la internacionalización de un mismo ethos cultural, la gente
tendrá que compartir ciertas estructuras psicológicas básicas, así ellos
tendrán una personalidad configuracional o dominante en común. Por ejemplo, los Zuni[5], del grupo de los indios
Pueblo (del Sur Oeste norteamericano), quienes vivían en una cultura permeada
por una visión extrovertida, crecían con una personalidad de tipo apoloniana, es decir, no competitiva,
no individualista y no dada a los excesos, mientras que por el contrario, la
gente nacida entre los indios Kwakiutl (Columbia Británica, Sur Oeste del
Canada) crecía con una personalidad dionisíaca,
que tiende hacia una gran expresividad e individualismo. De manera que, de acuerdo con la perspectiva
configuracional, la cultura podría ser descrita en términos de atributos o
tipos de individualidades psicológicas, y por lo mismo, la cultura podría ser
estudiada a través del análisis psicológico.[6]
Ruth Beneddict fue una de las
primeras en proponer el concepto de relativismo
cultural, pero la Segunda Guerra Mundial la levó a pensar algunas de las
implicaciones de esta posición; esto se debió a que ella era reticente a
aceptar que el sistema de valores nazis pudiera en principio ser juzgado por
otro sistema de valores. Su solución al
dilema fue el concepto de sinergia:
que cualquier sociedad que sea compatible con el avance humano es buena, pero
una sociedad que trabaja en contra de las metas humanas básicas es antihumana y
maligna y puede ser juzgada como tal.
2. MARGARET MEAD Y
La "Estructura De Caracteres"
MARGARET
MEAD (1901-1078)
fue la primera alumna graduada de la Dra. Benedict, siguió una senda similar de
pensamiento. Consistentemente enfocó la
cultura como un comportamiento aprendido y estudió especialmente las
instituciones de la transmisión cultural a través de las generaciones. Entre las contribuciones que ella hizo en
esta materia esta su demostración de que la transmisión cultural
-especial-mente en las sociedades complejas- fluye en dos direcciones: desde la
generación paterna hacia los hijos y también lo contrario, de los hijos a los
padres.
El mismo fenómeno en que Ruth
Benedict había visto una configuración
de cultura/personalidad, M. Mead lo ve en lo que ella llama una estructura de caracteres. "La
esencia del enfoque cultural es que todos los miembros de una determinada
cultura participan del mismo carácter cultural" dice Mead.
En los inicios de su carrera
estudió en Nueva Guinea, Samoa y Manau.
En su libro MAYORÍA DE EDAD EN SAMOA
(1928) ella mostró que ciertas prácticas de crianza de los hijos producen estructu-ras de caracteres típicas
entre los adultos. Por ejemplo, la
libertad sexual durante la crianza de las niñas samoesas explica por qué ellas
no experimentaban crisis y frustraciones durante su adolescencia.
En el libro CRECIENDO EN NUEVA GUINEA, la Dra. Mead relata cómo los Manus, que
enfatizan el trabajo duro y el éxito financiero, son preparados (o educados)
para ser individualistas e in-dependientes en sus prácticas de crianza de los
niños.[7]
3. ABRAM KARDINER
Y La Posición De La "Personalidad Básica O Modal"
ABRAM KARDINER (1891-1981) fue un
psiquiatra y psicoanalista que estudió bajo la dirección de Sigmund Freud. Kardiner es conocido por su argumento
psicoanalítico al estudio del carácter de los grupos, basado en el concepto de personalidad básica o "modal".
En su libro EL INDIVIDUO Y SU SOCIEDAD (1939) Kardiner escribió que la
experiencia social en la familia (especialmente durante la crianza de los
niños) y las técnicas de subsistencia (es decir, las instituciones primarias),
dan lugar a estructuras de personalidad básica comunes para la mayoría de los
miembros de la sociedad. Así, tal como
fue definido por Kardiner, el término personalidad
básica se refiere a las habilidades psicológicas adaptativas compartidas
por todos o la mayoría de los miembros de la sociedad.[8]
Puesto que la estructura básica de
la personalidad es un producto inducido en los miembros de una sociedad por las
formas específicas de las instituciones de cada sociedad, la forma, contenido,
estilo y los medios para resolver los problemas de la vida, varían, en
consecuencia, ampliamente de cultura en cultura; ellas también varían en el
tiempo en cualquier cultura en la medida que cambian las instituciones
primarias. Kardiner, que era un
neofreudiano que enfatizaba tanto a las influencias formativas de la niñez como
la importancia de los determinantes culturales, sostenía que las instituciones
primarias eran una influencia clave en la personalidad básica. Esto, porque a través de la interacción, las
características de las instituciones primarias son proyectadas en -o muy
influyentes para moldear- las instituciones secundarias tales como la religión,
mitología, sistemas de creencias, la ideología y la política.
Insistiendo un poco más sobre las
instituciones primarias, éstas se refieren a aquellas estructuras sociales que
son más influyentes en determinar la personalidad básica de una sociedad. El énfasis es en instituciones que impactan directamente
en las prácticas de socialización y de las experiencias de la niñez, por lo que
decidir qué instituciones son primarias en una sociedad, es una cuestión
empíricamente abierta (es decir, hay que investigarla). En una sociedad, las pautas de subsistencia (como por ejemplo, lo que se describe en LA
GENTE DE ALOR) pueden causar deprivación maternal o pueden animar a un
comportamiento intensivo de cuidado del niño; en otra sociedad los patrones de
subsistencia pueden tener poca influencia en la socialización, de manera que no
serían consideradas instituciones primarias.
Las instituciones secundarias,
también llamadas proyectivas, las instituciones secundarias incluyen mucho en
lo que los antropólogos llaman sistemas de creencias, religión, mitología.
Estas son vistas
como productos de fantasías colectivas, o proyecciones grupales de deseos,
necesidades y conflictos subjetivamente compartidos. Kardiner alega que, una vez formadas, la
estructura básica de personalidad de una sociedad moldearía el contenido y
significado de las fantasías proyectadas, tales como las creencias acerca de lo
sobrenatural. Así un tipo de
personalidad básica fuertemente autoritaria debería ser correlacionada con las
creencias proyectadas acerca de dioses muy altos y poderosos.[9]Fue Malinowski (1955) y Kardiner (1939, 1945) quienes vociferaron
la demanda de la antropología de
que la cultura produce diferencias reales en la experiencia humana y sus
personalidades resultantes. Ellos
establecieron la agenda, por lo menos con respecto a las proposiciones
psicoanalíticas, para expandir nuestro
conocimiento de la formación de la personalidad humana y su variación,
examinando su formación en una variedad de diferentes culturas, incluso aunque
algunos marcos comunes de necesidades humanas
y de desarrollo podrían aplicarse comparativamente a través de culturas. Theodore
Schwartz, 1991, “Anthropology and
Psychology: an unrequited relationship”
3.1. RALPH
LINTON Y CORA DU BOIS
Ralph Linton en EL FONDO CULTURAL DE LA PERSONALIDAD
(1945) apoyó esta misma argumentación, igual que Cora DuBois en LA
GENTE DE ALOR (1944).
Ralph Linton (1893-1953). Antropólogo conocido internacionalmente,
comenzó su carrera como arqueólogo y fue enviado por el Museo Bishop de Hawaii
a las Islas marquesas en 1920 - 1922.
Estando allí se interesó en la gente de las islas Marquesas y se cambió
a la Antropología Cultural. De allí en
adelante sus intereses antropológicos primarios se centraron en la
personalidad, la estructura social, en los procesos culturales y la cultura
material.
Cora DuBois (nac.1903) fue una
antropóloga cultural interesada en la cultura y la personalidad. En su libro LA GENTE DE ALOR usó el termino personalidad modal para referirse al patrón o pauta de atributos de
personalidad estadísticamente más
frecuente (es decir, basado en la MODA estadística). Aquí la moda estadística fue seleccionada
como la medida apropiada de tendencia central, lo que explica el nombre del
concepto: "personalidad modal". Así entonces, lo que se convierte en la
personalidad modal, es el patrón o pauta de atributos de personalidad
estadísticamente más frecuente encontrado en una muestra de material de prueba
psicológica. (en otras palabras, la
personalidad básica se encuentra expresada en el tipo más frecuente de patrón
individual de comportamiento observado en una sociedad). Esta era esencialmente un instrumento
metodológico concebido por Cora Dubois y A.F.C. Wallace para remediar una
brecha en la teoría de la personalidad básica desarrollada por Kardiner. Este defecto se refería a la falta de un
medio matemático y objetivo para determinar la configuración típica de los
rasgos de personalidad en una sociedad.[10]
4. La noción de Carácter Nacional en C. GORER
La noción de que la cultura da
origen a una personalidad común, fue extendida a la noción que señala que los
grupos nacionales poseen un carácter
nacional. Los estudios del
carácter nacional están entre los más primitivos argumentos para el estudio de
otras culturas. En efecto, algunos de
los más antiguos escritos históricos envuelven esfuerzos de ejemplificar las
características distintivas de otros grupos.
Así, en el Éxodo, las historias de Heródoto, y las "Germania"
de Tacitus, los autores tratan de establecer los rasgos esenciales de la gente
de Sodoma, de Scythia y de Germania.
Básicamente, estos son retratos estereotipados, que mezclan factores
raciales, psicológicos, culturales y sociales, con resultados que son de dudosa
confianza y validés cuestionable.
Aun así, la tradición de dar
retratos nacionales continúa hasta hoy; durante los pasados 50 años antropólogos,
psicólogos, sociólogos y cientistas políticos han tratado de insuflar
disciplina científica en el estudio de la estructura de personalidad de quienes
son miembros de estados naciones culturalmente complejos.[11]
Generalmente se usan las ideas básicas
y los argumentos del campo de Cultura y Personalidad: estructura básica de
personalidad, personalidad modal, carácter cultural, etc., excepto que los
problemas de muestreo adecuados y de generalizaciones firmes son reconocidos
como grandes. Generalmente, en los
estudios de cultura y personalidad se usan dos argumentaciones básicas: uno es
a través de la prueba
psicológica y el estudio de
muestras de individuos: la otra es a través del análisis de muestras de
material cultural expresivo, tales como el arte y la religión, que son tenidas
como proyectando los deseos, conflictos y necesidades de los grupos.
GEOFFREY
GORER
(nac.1905) se destacó entre los que hicieron estudios sobre el carácter nacional. Fue un antropólogo británico muy conocido por
su interés en el estudio del carácter nacional y en el desarrollar técnicas
para el estudio de cultura a distancia.
Gorer sostuvo que en el Japón, las
prácticas o enseñanza muy severas en cuanto al toilet daban lugar a un carácter
compulsivo que encontraba su máxima expresión en la guerra: independientemente
Wston LeBarre propuso una teoría similar.
La validés de esta teoría fue más tarde cuestionada porque se encontró
que la enseñanza japonesa no era más dura que la enseñanza de toilet de los
Estados Unidos de N.A.
Con más plausibilidad, Douglas
Haring sugirió que la compulsividad del carácter japonés podría ser atribuida a
la supervisión estrecha practicada por el estado policial por tres siglos. En otro estudio, Gorer sugirió que la
costumbre de fajar apretadamente a los niños durante nueve meses explicaría por
qué los rusos tendían a la depresión maníaca y a sentimientos de culpa. Sin embargo, otros estudiosos creen que la
relación entre esos patrones de comportamiento y el fajar a los niños está
lejos de haber sido probado. Incluso la
presunción o proposición general de Gorer y LaBarre de que la experiencia de
los primeros cinco o seis años de vida tiene una influencia crucial en la
personalidad (derivada de fuertes influencias del psicoanálisis freudiano sobre
estos antropólogos) parece ser muy cuestionable porque las experiencias de vida
posteriores pueden modificar los efectos psicológicos de la primera
socialización.
Relación entre la personalidad básica y ecología, en las prácticas
de educación infantil y las instituciones secundarias y proyectivas, según
LeVine 1973:57
CONCLUSIÓN
Todas estas variadas formas de
comprender la relación entre la cultura y la personalidad fueron criticadas por
otros antropólogos, acusándosele de basarse en datos inadecuados y en conceptos
cuestionables. Los primeros antropólogos
parecían asumir que la cultura es algo diferente a la experiencia psicológica
de los individuos, mientras que en realidad la cultura es perpetuada y
modificada por cogniciones humanas conscientes e inconscientes, afectos e ideales. Hasta cierto punto, la cultura y la personalidad
son meramente formas distintas de ver la misma realidad. Nosotros no vemos a la cultura en un lado y a
la personalidad en otros: sino que vemos gente que piensa, siente y actúa en
cierta forma (estructura de la personalidad) bajo la influencia de valores y
costumbres prevalentes en una sociedad dada (cultura). Los antropólogos modernos admiten que la
gente que aprende ciertas pautas de comportamiento sí adquiere ciertas formas
de personalidad, pero no acepta la noción de que incluso también las
estructuras profundas de la personalidad están estandarizadas y son
condicionadas culturalmente.
Para comenzar, los procesos
biológicos parecen tener una importante influencia en la formación de la personalidad,
segundo, los individuos están expuestos a diferentes situaciones de vida y, consecuentemente,
internalizan diferentes aspectos de la cultura.
Más aún, una variedad de estructuras cognitivas y motivacionales no son incompatibles
con un conjunto de expectaciones e interacciones mutuas y organizadas, las que
son indispensables para la vida social.
Tanto la psicología freudiana como
la del aprendizaje han sido usadas en los estudios de la cultura y la
personalidad; J. Whiting y I.Child han intentado utilizar una síntesis de los
dos argumentos. La aplicación de los test
de percepción temática ha permitido a los investigadores estudiar la
personalidad sin usar elementos culturales, para así evitar la circularidad de
los primeros estudios sobre cultura y personalidad.
En el presente, hay en uso una
variedad de rigurosos estudios experimentales y comparativos en todos los
aspectos de los procesos psíquicos normales y anormales, tales como los
estudios comparativos del desarrollo cognitivo y moral, desviaciones a raíz de
salud mental, el efecto del cambio cultural en la formación de la personalidad,
etc.
Ya no se creen en la vieja
argumentación de que cada persona lleva en su psique una versión en miniatura
de su cultura. Hoy sabemos que la
cultura ambiente, el contexto cultural, puede tener muchísima influencia sobre
la personalidad común de un grupo humano.
Desde la década de los 60 en
adelante la corriente de Cultura y Personalidad ha pasado a llamarse ANTROPOLOGÍA PSICOLÓGICA, variando su
orientación y contenidos hacia estudios más psicológicamente orientados.
BIBLIOGRAFÍA
Victor Barnow , (1963) 1967, CULTURA
Y PERSONALIDAD, Troquel
Marvin Harris, ANTROPOLOGÍA CULTURAL, Cp. 14, “Personalidad y Sexo”, Alianza,
Madrid.
Johnson; Young y otros, 1967, NATURALEZA, CULTURA Y PERSONALIDAD, ...
Kardiner, FRONTERAS PSICOLÓGICAS DE LA PERSONALIDAD sd.
Robert A. Levine, CULTURA, CONDUCTA Y PERSONALIDAD, Akal,
Ralph Linton (1945) 1983, CULTURA Y PERSONALIDAD, F.C.E. Mex.
Para estudiantes de Psicología,
además:
George DeVos, “Estudios de Antropología Psicológicamente
Orientados en Comportamiento Cultural Comparativo” en Murray Leaf (ed.)
FRONTIERS OF ANTHROPOLOGY, Van Nostrand New York 1974. Traducción de T. Austin.
Antropología
y Psicología: una relación no solicitada Theodore
Schwartz.
[1]. Para una introducción general, ver: "Cultura y Personalidad" de
la ENCICLOPEDIA INTERNACIONAL DE CIENCIAS SOCIALES, McMillan-Aguilar; Págs. 52
a 55 de Adamson Hoebel, ANTROPOLOGÍA;
J. Maestre-Alonso, INTRODUCCIÓN A LA ANTROPOLOGÍA,
Cap. IX "La cultura y el proceso de socialización, Págs. 163-202. Más
Artículo de R.A. Lavine. También puede consultar en Horton y Hunt, SOCIOLOGÍA, pág. 88 - 108.
[2] ("Configuración": Lat. "figurare"=
moda/ Modo de arreglo: por ejemplo,
de equipamiento, conformación, delineamiento)
[3].
Ver entrada RUTH BENEDICT de la
ENCICLOPEDIA INTERNACIONAL DE CIENCIAS SOCIALES, McMillan-Aguilar
[4]. Traducido
al castellano como EL HOMBRE Y LA CULTURA, Editorial Sudamericana, 1970.
[5] Vea un breve relato sobre
los Zuni en Horton y Hunt, SOCIOLOGÍA:
“Los
serviciales Zuñi”, pág. 89.
[6]. Leer Victor
Barnow, CULTURA Y PERSONALIDAD, Cap.
III: "Paterns of Culture de Ruth Benedict", págs. 59 a
83. (Ed. Troquel, Bs. As. 1967) y págs.
61 y 62 de Adamson Hoebbel, citado. También CULTURA
Y PERSONALIDAD, artículo de la Enciclopedia Internacional MacMillan-Aguilar.
[7].
En
este punto compare las diferentes costumbres de crianza relatadas por M.
Harris: ANTROPOLOGÍA Cap. en Sexo y Personalidad.
[8].
Encontrará
breves reseñas sobre Kardiner y su obra en: Robert A. Levine, CULTURA, CONDUCTA Y PERSONALIDAD, págs.
84 al 87; y en Marvin Harris, citado.
[9].
Para
una buena comprensión del trabajo de Kardiner, ver: Abram Kardiner, FRONTERAS PSICOLÓGICAS DE LA SOCIEDAD:
Prologo de Ralph Linton, Los alorenses, Caps. 5, 6 y 8.
[10]. Sobre LA
GENTE DE ALOR, ver V. Barnow (fotoc.) Cultura
y Personalidad pgs. 5, 6 y 7/.
Adamson Hoebel (fotoc.) ANTROPOLOGÍA,
el estudio del hombre, págs. 63 a 65/.
Victor Barnow (libro) CULTURA Y PERSONALIDAD,
y A. Kardiner, FRONTERAS PSICOLÓGICAS DE
LA PERSONALIDAD,
[11]
Ver
por ejemplo, los intentos de describir el
carácter chileno, los que no
logran superar un marcado acento psicologista con muy poco de antropología
cultural.