COMUNICACIÓN INTERCULTURAL, Fundamentos y Sugerencias.
Tomás R. Austin Millán[1]
Sociólogo y Antropólogo Social.
Temuco, Chile, Junio del 2000.
Una primera versión fue publicada
como "Conceptos Fundamentales para el Estudio de la
Interculturalidad", en Serie Cuadernos de Discusión y Estudios Nº 2, de la
Dirección de Investigaciones de la Universidad de Temuco, Noviembre de 1999. La
versión final ha sido publicada como "Comunicación Intercultural: Fundamentos
y Sugerencias", en ANTOLOGÍA SOBRE CULTURA POPULAR E INDÍGENA I, Lecturas
del Seminario Diálogos en la Acción, Primera Etapa, Editado por la Dirección
General de Culturas Populares e Indígenas, CONACULTA, México DF, México.
________________________________________
INTRODUCCIÓN
Con la entrada al siglo XXI el tema de la comunicación intercultural se
ha hecho popular en el mundo, en la medida que los medios y vías de
comunicación se han expandido por todo el mundo. Nada hay más característico en
los seres humanos que la pluralidad que surge de las disimilitudes, matices y
diferencias que se observa en el caleidoscopio de los grupos humanos. Las
diferencias son biológicas, sociales y culturales, incluyendo en esta última
categoría a las diferencias de ethos o tendencia emocional observada en los
individuos de una cultura; en este contexto, la interculturalidad se refiere a
situaciones de encuentro, contacto, o acciones conjuntas (o choque, o
desencuentro, según el caso) entre individuos de distinta cultura, aunque
muchos no estén conscientes de ello.
Tenemos, por lo tanto, diversas formas de ver la interculturalidad: en
primer lugar, es un fenómeno comunicacional, puesto que se trata de culturas
que están en situación de interacción comunicativa. En segundo lugar, se
destaca el concepto de cultura, como el fenómeno humano que define la
diferencia entre uno y otro grupo, diferencia que esta ligada al concepto de
Identidad Cultural, destacando todo aquello que hace único a un grupo humano
determinados. El cuarto concepto en juego es el de etnicidad, o etnia, como la
condición sociocultural que establece las diferencias. Finalmente, están los
conceptos de raza y su derivado racismo cuya importancia surge más que nada de
las connotaciones negativas que acarrean.
En la PRIMERA PARTE de este trabajo se aclara y define con cierto
detalle el concepto de cultura, que en América Latina tiene un significado
bastante contradictorio, al considerarse al concepto de cultura usualmente como
expresión de refinamiento intelectual, opuesto al uso académico de la cultura
como forma de vida de todo ser humano en sociedad. Quienes estén interesados
solo en lo intercultural, pueden saltarse esta parte. En la SEGUNDA PARTE se aclaran los
significados de conceptos corrientes, pero que pueden tender a crear confusión,
usualmente relacionados con la comunicación intercultural, para, en la TERCERA
PARTE, examinar las condiciones y características de una competencia
comunicativa para llegar a una comunicación intercultural eficaz.
PRIMERA PARTE
Precisiones en torno al concepto de cultura
Acepciones de la palabra cultura
En primer lugar la palabra "cultura" se caracteriza por ser
usada con dos acepciones o significados principales y prácticamente opuestos;
uno proveniente de la estética del siglo XIX y el otro proveniente de la
Antropología moderna.
El concepto de la estética
También llamada "concepción humanista", es el sustantivo
común y abstracto "que describe
trabajos y práctica de actividades intelectuales y específicamente artísticas,
como en cultura musical, literatura, pintura y escultura, teatro y cine"
(Williams, 1976:76), es decir, se trata de un concepto de cultura que considera
que ésta se acrecienta en la medida que se eleva hacia las manifestaciones más
altas del espíritu y la creatividad humana, es decir, en las bellas artes y la
adquisición de conocimiento mediante viajes por sitios distantes, aportando
conocimiento de otros pueblos y costumbres.
Por lo que, "se dirá así de
un individuo que tiene cultura cuando se trata de designar a una persona que ha
desarrollado sus facultades intelectuales y su nivel de instrucción. En este
sentido la noción de cultura se refiere a la cultura del alma (cultura animi,
Cicerón) para retomar el sentido original del término latino cultura, que
designaba el cultivo de la tierra" (Fischer, 1992) Por extensión se
asume que un individuo que conoce de las más altas manifestaciones del espíritu
humano tiene que ser diferente a la gente común, demostrando su alto nivel de
cultura mediante maneras refinadas de trato con los demás, asignándole la
calificación de "culto"; por contraposición, una persona con un
escaso nivel de educación y refinamiento pasa a ser "inculto" o de
"poca cultura".
La razón por la que Fischer lo llama la concepción humanista del
término, se debe a que el pensamiento humanista del siglo XIX partía de la base
de que el progreso humano era contínuo y ascendente, sumando cada vez más
conocimientos del hombre y la naturaleza, que se traducían en el crecimiento de
la filosofía, la ciencia y la estética. Esta forma de progreso en el
refinamiento del espíritu era capaz de producir obras de extraordinario
refinamiento estético, pero que sólo podían comprender aquellos a los que la
fortuna les permitía un gran acervo de conocimiento y desarrollo intelectual,
de manera que este crecimiento y sus manifestaciones más altas de significado y
refinamiento era la cultura humana en ascenso permanente.
Este concepto de cultura pertenece definitivamente a la Europa refinada
del siglo XIX, y se acerca mucho al concepto del común de la gente en Chile,
que se hizo corriente en nuestros intelectuales por la fuerte admiración que
había en el siglo pasado y comienzos del siglo XX por las letras y la
"cultura" europea.
El concepto antropológico de cultura.
Para la Antropología, la cultura es el sustantivo común "que indica una forma particular de vida, de
gente, de un período, o de un grupo humano" como en las expresiones,
la cultura chilena o la cultura mapuche, éste es el concepto antropológico de
la cultura y está ligado a la apreciación y análisis de elementos tales como
valores, costumbres, normas, estilos de vida, formas o implementos materiales,
la organización social, etc. De manera que el concepto antropológico de cultura
nos permite apreciar variedades de culturas particulares: como la cultura de
una región particular, la cultura del poblador, del campesino; cultura de
crianza, de la mujer, de los jóvenes, cultura universitaria, culturas étnicas,
etc. Este es el concepto de cultura que nos importa en este trabajo.
Definición de cultura: la cultura como el "sentido" de la
vida
Si tratamos de definir a la cultura a partir de cómo nos ayuda a
comprendernos entre seres humanos, la cultura es entendida como una red, malla
o entramado de sentidos que le dan el significado a los fenómenos o eventos de
la vida cotidiana, para poder interactuar socialmente, y, como veremos, surge
como un producto del comportamiento humano y de la vida social situados en un
ambiente histórico, geográfico/climático y productivo (material e intelectual).
Clifford Geertz en un párrafo muy citado dice que: Creyendo con Max Weber que el hombre es un animal inserto en tramas de
significación que él mismo ha tejido, considero que la cultura es esa urdimbre
y que el análisis de la cultura ha de ser por lo tanto, no una ciencia
experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de
significaciones."
Lo que queda mejor entendido más adelante, cuando aclara que: "la cultura se comprende mejor no como
complejos de esquemas concretos de conducta --costumbres, usanzas, tradiciones,
conjuntos de hábitos-- como ha ocurrido en general hasta ahora, sino como una
serie de mecanismos de control --planes, recetas, fórmulas, reglas,
instrucciones (lo que los ingenieros de computación llaman
"programas"-- que gobiernan la conducta” (Geertz, 1987:51)
Dos conocidos pensadores agregan: "Todos nacemos en comunidades de vida que son además comunidades de
sentido porque nos va a dar instrumentos para dar sentido a la realidad de
nuestro entorno. En las comunidades de vida se presupone la existencia de un
grado mínimo de sentido compartido (...) la mayoría de las comunidades de vida,
a través de distintas sociedades y épocas, anhelan alcanzar un grado de sentido
compartido que se sitúe de algún modo entre el nivel mínimo y el máximo"
(Geertz, 1987:20)
De esta manera cualquier pregunta que uno tenga acerca de ¿qué
significa tal o cual cosa, desde el punto de vista de tal cultura?, pasa a ser,
¿qué sentido tiene esa cosa para esas personas?
Como el concepto de sentido es eminentemente subjetivo, hay que tener
presente que el sentido de algo siempre se compone de significados diversos y
simultáneos, de manera que encontrar el sentido de algo consiste en descubrir
el conjunto de significados simultáneos que ese algo tiene para el grupo de
gente que lo vive, como son:
·
El significado de las cosas materiales (Por
ejemplo, una vieja máquina de coser, puede ser una herramienta para la
abuelita, una máquina vieja para su hija y una hermosa pieza de antigüedad para
la nieta);
·
El significado de las diferentes costumbres de
la vida cotidiana, Incluyendo las
costumbres folclóricas, que si bien son apreciadas y tenidas en un alto valor,
aunque no sean costumbres aceptadas por todos los miembros de la comunidad. Por
ejemplo, casi todos los chilenos comemos empanadas
a la chilena y bailamos cuecas para las
fiestas patrias, pero ello no constituye una obligación moral para nadie, por
muy chileno que sea. Es sólo una costumbre como numerosísimas otras, pero que
tiene sentido emocional sólo para quien lo vive porque ha sido socializado en
ello.
·
El significado de las normas que rigen nuestra
vida en sociedad, Exigidas para todos los miembros de una comunidad. De hecho
lo que define si alguien pertenece o no a una comunidad o a un grupo humano es
la aceptación y observancia del conjunto de reglas o normas que regulan la vida
en común.
·
El significado usado y conocido de las palabras
usadas en la comunicación verbal. Es usual que reconozcamos a la gente -
inclusive respecto de su nivel social-- por la forma de expresarse.
·
El significado de los sistemas simbólicos, cuyo
sentido sólo es cabalmente comprendido y conocido por los miembros de la
comunidad (incluyendo mitos y observancias religiosas).
·
El significado del sistema de valores que guía
las normas, las costumbres, y los sistemas simbólicos compartidos.
Estos conjuntos de significados son los que dan sentido a la vida
cotidiana, al mismo tiempo que proporcionan la identidad cultural de cada uno
de los miembros del grupo humano que los comparte, porque su observancia
identifica a cada uno como miembro de un grupo determinado.
Al mismo tiempo, surge la importancia del contexto de la cultura, como
un elemento muy importante en el estudio de una cultura en particular.
a) La idea de contexto
CON, +TEXTO. (CON: Junto a. TEXTO: Viene de la palabra latina texere
luego text, que significa paño y/o entramado, trama, tejido.) De esta forma la
palabra contexto se refiere al entramado o tejido de significados provenientes
del medioambiente o entorno, que impresionan el intelecto o campo de
conocimientos (¿sistema cognitivo?) de un grupo humano, como parte integrante
de su cultura y su visión de mundo o cosmovisión. En otras palabras el contexto
cultural es todo aquello que forma parte del medioambiente o entorno y resulta
significativo en la formación y desarrollo de la cultura de un grupo humano
específico. Por lo que:
"Contexto es el entorno
ambiental, social y humano que condiciona el hecho de la comunicación"
(Fuentes,1991:49)
"El contexto no es un molde
estático de representaciones culturales sino que es una "arena"
activa en la cual el individuo construye su comprensión del mundo y que está
conformada tanto por los contenidos culturales tradicionales, como por las
necesidades y expectativas individuales y colectivas que surgen del contacto
con la sociedad amplia."(Ministerio de Educación: 22).
El contexto incorpora todo lo simbólico o que "representa algo
para alguien bajo cualquier circunstancia", y ese alguien es capaz de
interpretarlo y exteriorizar sus significados a través de su cultura de una
manera completamente desapercibida para él o para ellos.
Cuando uno trabaja con la cultura de cualquier grupo humano el concepto
de contexto se hace importante porque es de allí, del contexto, de donde
emergen los fenómenos o presiones más significativas para la vida cotidiana, es
decir, es del contexto de donde surge la cultura como un manantial que no deja
de fluir. Y además, el contexto cultural es una dimensión importante cuando se
estudia a la identidad cultural como elemento de la cultura étnica, como
veremos más adelante.
Las diferencias entre formas culturales se originan en el Contexto
Cultural. El contexto está constituido por fenómenos que por sus
características imperecederas están constantemente influyendo en la formación
del sentido y significados de una manera de vivir y su correspondiente visión
de mundo (o mundo de vida en un sentido fenomenológico). Si la cultura es la
red de significados (la malla de sentido de Max Weber y repetida por Geertz),
este entramado humano de sentidos tiene existencia en el contexto de una geografía,
un clima, la historia y el conjunto de procesos productivos en que se da la
existencia de esa cultura. De la geografía y el clima surgen aspectos
significativos para la vida cotidiana: los alimentos más comunes, que son los
que se cultivan u obtienen más cerca; características de la vestimenta que se
usa, condicionan los estilos arquitectónicos o de construcciones locales
(casas, puentes y otras construcciones necesarias para sobrevivir en un lugar
dado); accidentes geográficos que facilitan o dificultan las comunicaciones,
etc. Es decir, los accidentes geográficos del lugar en que se vive: desierto,
zona montañosa, de valles, pampas, etc, y el tipo de clima característico del
lugar: húmedo, lluvioso, seco, frío, cálido, etc. pasan a convertirse en
importantísimos proveedores de significados específicos del diario vivir para
la cultura de cada lugar. Parece apropiado llamarlo el sustrato geográfico de
lo humano.
La historia, proporciona la dimensión temporal de lo significativo,
ligando los hechos pasados a los significados y valores que le dan su parte de
sentido a las cosas del presente, o proyectándose al futuro imaginario. El
contexto histórico se refiere a los aspectos significantes que provienen del
pasado: mitos, costumbres, folklore, y las versiones mismas de la historia que
se cuenta o se escribe, la que sirve para decir quiénes somos y por qué hacemos
y pensamos la vida de tal o cual manera.
Habría que agregar que el folclores son sólo prácticas que pasaron de
moda como formas de la vida cotidiana, pero que por la riqueza de significados
para el ser humano, continúan practicándose y reforzando la identidad local,
como son las comidas, los cantos y las danzas tradicionales, las vestimentas y
algunas herramientas y prácticas técnicas. Las vivencias folclóricas son
practicadas en todo el mundo y en la medida que los países se adentran en la
diversidad de la modernidad, las prácticas folclóricas son cultivadas y
preservadas, justamente por su aporte a la definición de la identidad nacional
o local que proporcionan.
Por su parte, los procesos productivos proporcionan los substratos
significativos restantes. Representan las transformaciones que la gente hace
para vivir y desarrollarse en cualquiera de las actividades primarias (extraer
de la naturaleza para uso directo o materias primas), secundaria (la actividad
fabril de transformación de la materia prima en bienes de uso y de consumo) o
terciaria (los servicios de unos para otros). Estas actividades que llamamos
procesos productivos son parte del contexto cultural, porque establecen también
su parte de los significados en los ambientes en que se producen las relaciones
entre la gente, con sus divisiones, uniones, estratificaciones, objetivas y
subjetivas, proveyendo también su parte de significación del diario vivir.
Los elementos del contexto cultural entregan cada uno su aporte
connotativo al significado común de las cosas en la vida cotidiana, estableciendo
lo que se valora y con ello las normas de convivencia, es decir, lo que se debe
y no debe hacer, de manera que cada lugar tiene una identidad cultural que no
es similar a ninguna otra, aunque pueda haber similitud entre ellas. A esto se
refiere Cardoso de Oliveira cuando dice que "la identidad pasa a desempeñar el papel de una brújula que posiciona al
grupo y sus miembros en mapas cognitivos (u horizontes) colectivamente
construidos" (Cardoso de Oliveira, 1990:146 )
Al tener en cuenta los elementos nombrados: geografía y clima, historia
y procesos productivos, se explica que el concepto de identidad cultural sea a
menudo definido o descrito a partir de la existencia de elementos que nacen de
ellos, tales como territorio común, una lengua, un conjunto de tradiciones o
costumbres y sistema de valores y normas comunes al grupo étnico.
En suma, la cultura es un entramado de significados compartidos,
significados que obtienen su connotación del contexto (geografía, clima
historia y proceso productivos), pero que habita en la mente de los individuos
dándoles una identidad cultural específica; justificándose el argumento que
dice que la cultura está tanto en la mente de los individuos como en el
ambiente en que ellos viven.
Identidad cultural e identidad étnica
La Identidad Cultural no es más que la cultura "contextuada".
La extrema diversidad de culturas es uno de los aspectos que más confunden a
los estudiantes y estudiosos de la cultura. No se puede decir que un grupo
humano es "idéntico" a otro, por similar, próximo o parecido que sea.
En realidad, la cultura de un grupo humano es como su huella dactilar: no hay
dos grupos humanos que tengan la misma cultura. De manera que la condición
natural de la cultura es que ésta varía --se diferencia, cambia en poco o en
mucho-- en lo que se refiere sus contenidos entre grupos humanos; por esta
razón, no es posible encontrar dos comunas que sean idénticas, dos poblaciones
de una ciudad, o dos regiones en el país que no muestres diferencias en los
elementos que componen su cultura. Es decir, costumbres, valores, normas,
lenguajes y simbolismos van a cambiar de grupo en grupo humano haciendo que
cada uno de ellos exprese su propia identidad cultural, creando una verdadera
multiculturalidad, De manera que por identidad cultural se entienden "todos aquellos rasgos culturales que
hacen que las personas pertenecientes a un grupo humano y a un nivel cultural
(...) se sientan iguales culturalmente".
Según Buxó i Rey, La experiencia etnográfica nos enseña que "...nos enfrentamos con la fluidez de
la etnicidad; es, la mutabilidad, la variabilidad, la transformación de la
identidad que responde a condiciones cambiantes, a la distribución de los
recursos culturales, a las influencias interculturales, y, en definitiva, a la
dinámica de la modernización. El reconocimiento de esta fluidez, nos obliga a
situar la cuestión de la formación social de la identidad y el mantenimiento o
transformación de las identidades en el marco del análisis micro social, esto
es, la construcción de la identidad, personal, social, pública y étnica en los
procesos de cambio social y modernización”.(Buxó i Rey, 1990:133) Situación que muestra lo importante que es
tomar en cuenta que en muchos países en transición a la modernidad, un pueblo
indígena nacional puede tener más de una identidad, en la medida que una parte
del grupo étnico "refleja" la identidad tradicional y la otra se hace
más "transparentemente" asimilada a la cultura occidental (Ver Buxó i
Rey, 1990). Esto parece estar ocurriendo aceleradamente al interior de la
cultura mapuche, donde, aparte de las comunidades mapuches campesinas
tradicionales, un grueso sector se revela cada vez más urbano y moderno, aunque
se niega a dejar de reconocerse como mapuche y mantiene vivos varias
características de su identidad cultural pero transformadas y
"modernizadas" hasta un nivel no evaluado aún.
La identidad como respuesta étnica.
La identidad cultural también puede ser presentada como respuesta de un
grupo particular para mostrar a los demás su unidad y reafirmar los valores y
costumbres que establecen su diferencia con los otros miembros de su sociedad.
Según Kottak, "una respuesta por parte de muchos blancos (en USA) ha sido
la de reclamar identidades étnicas (italianos, albaneses, servios, lituanos,
etc.) y apuntar a asociaciones étnicas (clubes, pandillas). Algunos de tales
grupos son nuevos, otros han existido desde hace décadas, aunque perdieron
miembros durante los años asimilacionistas entre las décadas de 1920 y 1950
(Kottak, 1997:40). En Latinoamérica es frecuente que sociedades vernaculares
sean etiquetados como "grupos étnicos" o que ellos mismos se
denominen como étnias, posiblemente debido a la influencia de las ciencias
sociales francesas en sus culturas nacionales, y es a partir del concepto de étnia
que se establece su identidad cultural como distinta de la sociedad mayoritaria
"occidental".
En suma, cualquier estudio de la interculturalidad debe hacerse desde
una perspectiva en que la cultura del grupo humano tomado como foco de nuestra
atención, debe ser estudiada desde el punto de vista del sentido que tienen los
contenidos simbólicos mentales, tanto como -- o en interacción con-- los
elementos del contexto que rodean a ese grupo humano; a partir de esa dimensión
cultural tendremos las claves para establecer la parte que juegan la historia,
el medio ambiente y los procesos productivos en la sobrevivencia cotidiana --o
en tiempos de conflicto o alteración de lo cotidiano-- en la formación del
sentido identitario del grupo en estudio, ya sea que se le identifique como una
grupo étnico o como "razas" distintas o minoritarias, conceptos que
veremos en la próxima sección.
Finalmente, para esta sección destinada a aclarar el concepto de
cultura, es conveniente hacer presente que la tradición Antropológica
norteamericana prefiere el uso de la palabra cultura por eso que su propia
disciplina se llama Antropología Cultural, mientras que la Antropología
británica prefiere el término sociedad, por lo que se llama Antropología Social
con los consiguientes alegatos de cuál es más importante y contiene a la otra.
Los franceses en cambio prefieren llamar Etnología a su propia variedad de
Antropología. Estas diferencias nacionales también influyen en la manera en que
se conceptualizan los grupos humanos.
2. EL CONCEPTO DE
INTERCULTURALIDAD
El primer problema que enfrentamos, al tratar temas de
interculturalidad es el de definir a qué nos referimos. Resalta inmediatamente
que hay referencia a algún tipo de contacto, interacción o comunicación entre
grupos humanos de diferentes culturas, pero en un contexto problemático, a
nivel de la vida social cotidiana o para la teoría social.
Para la vida social, la interculturalidad se encuentra asociada a:
1.
Problemas de comunicación deficiente (por
desconocimiento de la cultura del otro) en proyectos y programas variados:
salud, educación, producción, etc. y,
2.
Problemas relacionados con discriminación a
grupos étnicos o raciales diversos.
3.
Relaciones usualmente asimétricas entre grupos
étnicos o culturales distintos. (Valiente Teresa Valiente, s/d:22).
Para la teoría social, los problemas surgen por la profusión de
conceptos que se sobreponen en lo referente a su connotación o significado, o
bien que se interrelacionan entre sí, como en los conceptos de etnia, raza, pueblo,
nación, sociedad, comunidad, cultura, identidad y sus derivados lingüísticos y
conceptuales.
La posición que aquí se sustenta es que si bien la interculturalidad
sólo puede ser entendida como alguna forma de comunicación entre grupos étnicos
diferentes, primero es necesario precisar no sólo qué se entiende por cultura e
identidad cultural tema ya abordado--, sino también los conceptos de etnia y
etnicidad, lo mismo que los conceptos relacionados que suelen aparecer de
inmediato: raza y racialidad.
Lo primero que se observa es que los conceptos de étnia y raza
empleados para denominar la diferencia cultural parecen ser usado en forma
intercambiable, o significando lo mismo: en términos generales, grupo humanos
con características biológicas y culturales distintas a las del hablante; sin
embargo un examen de la literatura especializada nos muestra que los usos
varían según sean las tradiciones de los grupos humanos en contacto:
Despejando y aclarando conceptos.
La primera forma de interculturalidad es la que se encuentra entre
grupos étnicos diferentes, debido a que representa al mayor grado de
disimilitud (Asunción-Lande, 1988: 182) entre los grupos humanos en contacto.
Sin embargo los grupos étnicos en contacto pueden ser de varios orígenes y
características, donde los conceptos utilizados para denominar el encuentro
intercultural es más que nada producto de la costumbre y no de la convención.
Por un lado están los grupos étnicos formados por emigrantes de diversos
orígenes: europeos, asiáticos o americanos o africanos, en este caso una de las
expresiones preferidas es la de contacto interracial, implicando con ello que
los grupos humanos en contacto provienen de países lejanos, con culturas
distintas y tipos biológicos marcadamente diferentes, sugiriendo que esa
diferencia es "de raza". En este caso se encuentran las sociedades de
la mayoría de los países desarrollados modernos de Europa, Norteamérica y Asia.
Por otro lado están las diferencias étnicas en sociedades modernas que
se han formado incluyendo a sus propias minorías de pueblos originales, como es
el caso de Chile, donde es preferentemente se habla de contacto interétnico,
porque se refiere al contacto entre la población mayoritaria, que se siente
unificada en torno a la cultura occidental, independientemente de su origen,
confrontándose con las minorías de pueblos originarios precolombinos.
Finalmente el concepto de contacto intercultural, que, en pleno acuerdo
con la Dra. Teresa Durán, sería usado preferentemente en Iberoamérica: "...el concepto
"interculturalidad" o "intercultural" reconoce como
contexto de origen, el latinoamericano, y, como ámbito reflexivo, por una parte
la llamada Antropología Periférica, y por otra, el indigenismo de la última
década"(T. Durán).
De manera que se pueden distinguir tres tipos de diferencias a partir
del origen del grupo humano:
1.
Diferencias y contacto entre la cultura
occidental dominante y grupos vernaculares, originarios.
2.
Diferencias y contacto entre la cultura
occidental dominante y grupos inmigrantes, incorporados, que pueden o no ser
también occidentales (Como Italianos, judíos, polacos u otros en Nueva York,
que han sido considerados como grupos étnicos diferentes)
3.
La diferencia cultural en el contexto
Iberoamericano (donde se unen étnias originales, criollos, grupos occidentales
europeos y descendencia africana; sin contar los grupos étnicos asiáticos.
De lo cual se desprende el siguiente cuadro:
Concepto utilizado Lugar donde se utiliza
Multiculturalidad Coexistencia
de grupos de diferencia cultural, social, económica y étnica.
Contacto interracial Sociedades
modernas plurales, formadas a partir de corrientes de emigrantes
(USA,
países europeos, etc.)
Contacto interétnico Sociedades
modernas con minorías originales, formadas a partir del encuentro
entre
corrientes europeas y poblaciones vernaculares. (América Latina, algunos
países
de Europa)
Contacto intercultural América latina, Antropología Periférica y el
indigenismo actual.
Conviene entonces establecer con claridad la forma en que son usados
los distintos conceptos envueltos en la interculturalidad, comenzando por el
concepto de raza y racismo.
Raza y racialidad.
Las relaciones interculturales a menudo están oscurecidas por visiones
de mundo excluyentes, como en el racismo. El concepto de raza, tiene una
histórica referencia a las diferencias biológicas entre los miembros de la
especie humana, específicamente "la frecuencia diferencial con la que
ocurren en diversas poblaciones ciertas características somáticas aparentes y
transmitidas genéticamente" (Batalla,1989:9), pero es un concepto que hace
ya bastante tiempo que ha sido desechado del vocabulario científico,
permaneciendo sí el de racismo, siendo éste un fenómeno que oscurece a las
relaciones interculturales en todas partes del mundo. El uso del concepto de
raza se originó en la Antropología Física de fines de siglo XIX, que surgió par
estudiar las diferencias meramente biológicas. La raza, como concepto ha sido
preocupación de la Sociología cuando se estudian los problemas relativos a
relaciones discriminatorias del racismo, y es preocupación de la Antropología,
cuando se estudian los problemas de significados prejuiciosos o
discriminatorios del racismo en contextos culturales; sin desconocer el
importante papel de la Psicología y la Psicología Social en el estudio de
reacciones emocionales intensas en los individuos y en los grupos, revelándose
la importancia del concepto en investigaciones interdisciplinarias. Dado lo
anterior, es importante tomar en cuenta las palabras de Bonfil Batalla cuando
dice que, "parece claro que el concepto de raza no puede usarse como
sinónimo de grupo étnico, tanto por su propia ambigüedad, como por su filiación
biológica, que lo hace poco pertinente para la explicación social de fenómenos
sociales." (Bonfil-Batalla ,citado).
I. Racismo.
Según Giddens (1993:291), "racismo
significa atribuir con falsedad características heredadas de personalidad o de
conducta a los individuos de una apariencia física particular". De manera
que, en último término, el racismo es "una construcción cultural"
(Kottak,1997:51-65). o "una
construcción social" (Pujadas, citado por T. Durán, citado:), o "una construcción de la realidad" si
seguimos a los constructivistas. Los cientistas sociales y los psicólogos han
propuesto numerosas teorías para explicar la extraordinaria fuerza del racismo
en las sociedades modernas occidentales. Estas teorías han tendido a caer en
dos categorías, ya sea que se centren en la fuerza psicológica de las actitudes
prejuiciadas de los individuos, o las fuerzas sociales subyacentes en la
opresión racial sistemática e institucionalizada.
En el curso de las últimas décadas, antropólogos y sociólogos han
distinguido claramente entre el racismo individual y el institucionalizado. Las
actitudes son tomadas como el resultado de fuerzas sociales actuando sobre los
individuos. Las investigaciones de numerosos investigadores han mostrado cómo
las circunstancias institucionales generan el racismo. Un ejemplo muy fuerte
del surgimiento del racismo puede ser encontrado en los informes de los
comerciantes europeos que visitaron las costas de África desde el siglo XVI al
XIX. Los viajeros originales no estaban universalmente prejuiciados en contra
de los africanos. En efecto, muchos estaban impresionados por el alto nivel de
la cultura africana. Sin embargo, con la creación de plantaciones basadas en
mano de obra esclava en el Nuevo Mundo, se transformó el comercio de bienes
africanos en tráfico de seres humanos y las actitudes de los europeos sufrió un
agudo cambio. Fue entonces cuando la imagen del salvaje africano, casi animal,
se convirtió en dominante, porque le permitió a los europeos racionalizar el tráfico
de esclavos.
II. Prejuicio y Discriminación.
Tal como se adelantó, es usual que en las sociedades modernas,
desarrolladas, las diferencias entre grupos humanos y culturales son
preferentemente denominadas de "contacto
interracial", lo que explica, en palabras de Bonfil-Batalla, "que se haya desarrollado una sociología de
las relaciones raciales, constituida formalmente antes que los estudios de
relaciones interétnicas" (Bonfil-Batalla). Ejemplo de ellos sería la
Sociología de la "etnicidad y raza"
que Giddens califica como una sociología
del antagonismo étnico, de prejuicios y discriminación, donde: el prejuicio
racial se refiere a las opiniones o las actitudes mantenidas por los miembros
de un grupo respecto a otro, (...) implica sostener puntos de vista
preconcebidos sobre individuos o un grupo, basados con frecuencia en
habladurías más que sobre pruebas directas, perspectivas que son reacias al
cambio incluso frente a nuevas informaciones (mientras que la discriminación)
alude a la conducta real hacia ellos, (refiriéndose a) las actividades que
sirven para descalificar a los miembros de un grupo de las oportunidades
abiertas a otros, como cuando alguien de origen asiático es rechazado por un
empleo a disposición de un "blanco" ( Giddens, 1993). En suma,
son las diferencias culturales asociadas a las diferencias físicas visibles,
las que, a menudo han servido y sirven para, o bien, resaltar la diferencia
étnica, o bien, para justificar cualquier forma de discriminación.
Giddens nos recuerda que el prejuicio "opera mediante el empleo del pensamiento estereotípico", el
que crea imágenes aprendidas en el medio ambiente sociocultural y que son
construidas con categorías rígidas y desinformadas, Giddens agrega que "El pensamiento estereotípico puede ser
inofensivo si es "neutral" respecto al contenido emocional y distante
de los intereses del individuo considerado" (como el estereotipo que
tienen los británicos acerca de los estadounidenses, y que es inofensivo para
los últimos) "cuando los estereotipos se asocian con la ansiedad y el
miedo, la situación es, con toda probabilidad, bastante diferente. En tales
circunstancias los estereotipos están inspirados, con frecuencia, en actitudes
de hostilidad u odio hacia el grupo en cuestión" (Giddens,
1993:292).
Los prejuicios estereotipados en acción podemos apreciarlos en nuestro
propio país. Según Stuchlik (1985), en Chile la imagen estereotipada de los
mapuches ha variado a lo largo de la historia del país, pudiéndose observar
cinco periodos en que los indígenas chilenos han sido vistos con diferentes
matices discriminatorios:
1.
El periodo de los guerreros valientes y bravos,
desde el comienzo de la Conquista, hasta aproximadamente la década de 1840.
2.
El periodo de los bandidos sanguinarios, desde
1840 hasta la llamada "pacificación" del territorio mapuche.
3.
El periodo de los indios flojos y borrachos,
desde 1893, hasta aproximadamente la década de 1920.
4.
El periodo de la carga y responsabilidad del
hombre blanco, desde la década de 1920 hasta 1960, y
5.
El periodo de Salvajes gentiles, a los que falta
sólo la educación, de la década de los años sesenta.
Sin embargo pareciera que en la década de los años 90 hemos entrado en
un "nuevo periodo de la imagen de
los mapuches" en que no es la educación el centro de la imagen sino el
periodo "de los indígenas pobres"
a los que hay que enseñarles a ahorrar y participar del mercado.
Etnia y etnicidad
El concepto de etnia figura insistentemente como parte de cualquier
consideración del concepto de contacto o comunicación intercultural, por lo
tanto también es conveniente definirlo apropiadamente.
I. Etnia
Es una palabra originalmente del griego, ETHNOS que se refiere a la
gente de una nación o tribu, y ETHNIKOS que originalmente significaba paganos o
no griegos, para finalmente referirse a nacional (de una nación). Denota seres
humanos miembros de grupos raciales y lingüísticos, etc. específicos, pero es
usualmente usado para denominar a las minorías, es decir, grupos culturales
básicos. Por lo tanto la etnicidad se refiere a una cualidad étnica o a la
afiliación o pertenencia a un grupo étnico, lo que normalmente es caracterizado
en términos de cultura. Por otro lado el concepto de etnia es preferentemente
usado en Europa continental, más que nada por tradición heredada del uso del
griego clásico en las lenguas europeas. No hay que olvidar que la Antropología
se llama Etnología en Francia.
La mayoría de las sociedades modernas comprenden numerosos grupos
étnicos diferentes. En Gran Bretaña, los irlandeses, los asiáticos, los
italianos, los griegos, los inmigrantes de las Indias Occidentales, entre
otros, constituyen comunidades étnicamente distintas dentro de la sociedad
global. Estados Unidos y Canadá están considerablemente más diferenciados
étnicamente que Gran Bretaña, incorporando comunidades inmigrantes provenientes
de todos los rincones del mundo.
La etnicidad se refiere a las prácticas culturales y perspectivas que
distinguen a una comunidad dada de personas, y en la medida que los miembros de
un grupo étnico interactúan entre sí, la etnicidad se convierte en el medio por
el cual la cultura es transmitida. (Betancourt y López, 1993:631). También
significa la identificación con, y sentirse parte de, un grupo étnico y
exclusión de ciertos otros grupos debido a esta filiación (Kottak, citado, pág.
34).
Los miembros de las entidades étnicas se ven a sí mismas como
culturalmente diferentes de otros agrupamientos en una sociedad y son
percibidos por los demás de igual manera. Muchas características distintas
pueden servir para distinguir unos grupos étnicos de otros, pero las más acostumbradas
son la lengua, la historia o la estirpe (real o imaginada), la religión y los
estilos indumentarios o de adorno. Las diferencias étnicas son totalmente
aprendidas, una cuestión que parece evidente por sí misma hasta que se recuerda
cuán a menudo algunos de esos grupos han sido considerados como "nacidos
para gobernar" o, alternativamente, vistos como "idiotas, perezosos
congénitos", y así sucesivamente. (Giddens, 1993:288).
II. Los conceptos de etnia, identidad y nosotros versus otros.
A menudo el concepto de etnia es explicado o definido en función de la
identidad cultural de un grupo humano, o lo contrario, la identidad es
explicada en función de la etnicidad. Cada concepto es puesto como central en
el argumento, dependiendo de la tradición intelectual o académica del autor
analista, pero en el fondo significan lo mismo: grupos humanos con lenguajes,
historias y formas de vida propias, usualmente distintas a los de la sociedad
anfitriona (donde el grupo étnico es una minoría) o coexistiendo con otros
grupos de cultura disímil (en sociedades pluriétnicas como en USA). En
Iberoamérica, los problemas interétnicos están preferentemente referidos al
encuentro de la sociedad occidental con los pueblos originarios o indígenas,
donde la "identidad y la etnicidad
indígena, pasan a ser atributos económicos y socioculturales considerados
propios de un grupo humano, que acepta un origen común, vive en un territorio
definido y habla la misma lengua. Ello constituye un nosotros, diferente a
otros. Es una percepción, una valoración” (Cámara, 1990:69). En este último
punto se destaca el concepto de nosotros/otros, como referente al abismo que
separa a los pueblos indígenas americanos con los surgidos de la conquista.
Esta perspectiva tiene mucho que deberle a los aportes de Todorovo, cuando se
refiere al "proceso a través del
cual el yo descubre al otro y se descubre en él. Identifica también las etapas
que engloban la experiencia de contacto. Afirma que en América la alteridad descansa en el egocentrismo, si
bien es posible detectar ejemplos tímidos en los cuales se establecen
equivalencias entre aspectos culturales indígenas y europeos"
(Todorovo, citado por T. Durán P, citado, pág. 29). Es decir, el nosotros de la
cultura occidental, egocéntrico, que se ve a sí mismos como representante de lo
correcto y que mira a los otros representando un accionar anómalo, raro,
incorrecto o atrasado, lo que le resulta grave y vergonzoso si quienes así
actúan son los grupos étnicos de su propia cultura y territorio nacional. Al
revés, cuando el otro es el occidental y el nosotros es el indígena, se ve al
otro a través del prisma de una historia de sufrimientos, persecuciones, desdén
y negación de sí mismo.
III. Multietnicidad versus minorías étnicas.
Muchas sociedades en el mundo actual, tanto en el industrializado como
en tercer mundo, son sociedades plurales, es decir, habitadas por múltiples
étnias que, originales o no, son significativamente grandes o importantes para
sus países. Según Kottak, "En medio
de la globalización, gran parte del mundo, incluido todo el "Occidente
democrático", está experimentando un "resurgimiento étnico". La
nueva reafirmación de los grupos étnicos tradicionales se extiende a vascos y
catalanes en España, bretones y corsos en Francia, galeses y escoceses en el
Reino Unido, por citar sólo unos mínimos ejemplos Estados Unidos y Canadá se
están volviendo cada vez más multiculturales, centrándose en su diversidad
étnica" (Kottak, 1997:42).
Las distinciones étnicas son raramente "neutrales". Estas son
asociadas frecuentemente con acusadas desigualdades de riqueza y poder, así
como con antagonismos entre los grupos, donde se destacan las llamadas minorías
étnicas o grupos minoritarios.
Normalmente las minorías étnicas se reconocen a sí mismos como una
minoría dentro de una sociedad mayor, pero a ese reconocimiento ayudan las
conductas estereotipadas por parte de la población mayor y el sentimiento de
ser discriminados por parte de la población minoritaria y donde el concepto de
razas en contacto juega un papel muy importante para justificar las diferencias
imaginadas o reales, de manera tal que la minorías étnicas concentran su
atención en su situación si:
1.
Sus miembros son perjudicados como resultado de
la discriminación, abierta o encubierta contra ellos;
2.
Los miembros de la minoría desarrollan algún
sentido de solidaridad de grupo o de pertenencia común, y
3.
Los grupos minoritarios están en general física
y socialmente aislados de la comunidad más amplia. (Ver Giddens, 1993: 290).
A su vez, la etnicidad, tomada como minoría, especialmente en
Iberoamérica, toma la connotación de valor de clasificación social, al
identificar al indio como perteneciente a una clase social inferior, sólo por
su condición étnica; es más, esta clasificación parece servir a toda la
sociedad no indígena, incluso para los más pobres de ella, que ven al indio
bajo el estereotipo de inferior social, económico y culturalmente. Esta
diferencia de clase es tomada a menudo como referencia cultural de los más
pobres con aspiraciones de ascenso social, que miran con desprecio que algún
pariente llegue incluso a casarse con un "indio".
A partir de la percepción de minoría étnica inferior existente tanto en
la población mayoritaria como en la población étnica, autores como Esteva-Fabregat
ven surgir el "sentimiento de
extranjería en términos de identidad" "En su origen los nacionales contemporáneos, y con éstos los que dirigen
las funciones políticas, económicas y culturales del país, todos fueron primero
europeos y extranjeros --dice Esteva-Fabregat refiriéndose al caso
norteamericano-- empero, fueron también éstos los que construyeron y
desarrollaron las instituciones actuales, con lo cual resulta que los indios
fueron, primero, políticamente rebasados, y después culturalmente extrañados"
(Esteva-Fabrega:105-6). Si tomamos en cuenta este fenómeno de exclusión de
clases, no es de extrañar que a los indígenas de nuestro medio hagan la
separación de chilenos y mapuches; en un ambiente cultural de esta naturaleza
no es extraño que se formen tendencias extremas de separación y reivindicación
de las naciones indias de América Latina en general y de Chile en particular.
V. La politización de la identidad y el movimiento indígena
Más altos niveles educacionales en los países de América Latina, la
mayor fuerza del movimiento por el respeto de los Derechos Humanos y un clima
más democrático han dado como resultado una mayor presencia política de los
sectores indígenas iberoamericanos, cosa que algunos autores han hecho notar.
Según Roberto Cardoso de Oliveira (1990:145) el indio surge por primera
vez como un actor político, debido a la ocupación gradual y persistente del
territorio indígena. La identidad étnica, como cualquier otra cuyos portadores
sean miembros de grupos minoritarios o socialmente desfavorecidos, posee
características propias, como su fuerza y capacidad movilizadora y su noción de
pueblo. La identidad étnica puede ser una relación social de contraste entre
identidades minoritarias o, sobre todo, ante las identidades mayoritarias,
convirtiéndose en un actor político importante, tanto para los líderes de la
sociedad mayoritaria como para los líderes indígenas. La condición de actor
político se ve favorecida por la intervención del Estado y de la Iglesia. El
Estado crea entidades de protección y apoyo a los indios, aun cuando en una
primera instancia era como forma de pacificarlos y civilizarlos. La Iglesia,
gracias al apoyo misionera, promueve un surgimiento del liderazgo indígena
independiente.
Cabe agregar que la realidad chilena parece indicar que se está
formando un verdadero movimiento indigenista nacional, con actores indígenas y
no indígenas, comprometidos, por diversas razones, con éstos. Al mismo tiempo,
puede observarse que entre los sectores indígenas chilenos surgen dos grupos
con características de variables de identidades: los políticamente
comprometidos, entre los que se encuentran numerosos indígenas urbanos, y los
no politizados, más ligados a la cultura rural tradicional; lo que necesita
mayor investigación, porque esta gravitando en el campo de las relaciones
interculturales e interétnicas del país.
El "grupo étnico" de Bonfil-Batalla.
Otra forma de referirse a un grupo humano diferente a otros y con los
que comparte un territorio es el concepto de grupo étnico, que la Enciclopedia
Internacional de Ciencias sociales define como "un conjunto de personas de características peculiares, inserto en una
sociedad más amplia, cuya cultura difiere por lo general de la de esta última".
La identidad cultural del grupo étnico puede comprenderse -- no como un
atributo necesario- sino como una resultante de la preexistencia de un grupo
con una cultura propia. Bonfil-Batalla (1989) usa el concepto de grupo étnico,
sugiriendo que, este concepto es más importante que el de simplemente etnia, y
examina sus atributos teóricos para dar fuerza a sus argumentos: "Los atributos que se admiten para
caracterizar a un grupo étnico son los siguientes: a) conglomerado social capaz
de reproducirse biológicamente; b) que reconoce un origen común, c) cuyos
miembros se identifican entre sí como parte de un "nosotros" distinto
de los "otros" (que son miembros de grupos diferentes de la misma
clase) e interactúan con éstos a partir del reconocimiento recíproco de la
diferencia, d) que comparten ciertos elementos y rasgos culturales, entre los
que tiene especial relevancia la lengua" (Bonfill-Batalla, 1989:10).
Más adelante agrega que, el atributo de
que los miembros del grupo reconocen un origen común, si bien es relevante y al
parecer universal para todos los grupos étnicos, no tiene por qué ser visto
como un rasgo aislado con valor propio e independiente; cabe, en cambio
entenderlo como un elemento cultural, es decir, como parte de las creencias
que, (...) son representaciones colectivas inconscientes.
Para que exista una grupo étnico, destaca Bonfill-Batalla, deber haber
una relación significativa entre una sociedad (el grupo) más una cultura
propia. Lo que hace es simplemente sobreponer dos conceptos a la vez,
sugiriendo que el concepto de "etnia" se hace más completo cuando se
le junta con el de "grupo" para destacar los lazos de interacción
social y colectiva que lo hace una unidad de vida, pudiendo así diferenciar más
claramente sus fronteras de separación y contacto. Pero, al examinar este concepto
al final del siglo, se muestra sólo como una redundancia de conceptos que en sí
mismos no significan más que agrupaciones humanas claramente diferenciadas de
otros.
En conclusión:
La interculturalidad se refiere a la interacción comunicativa que se
produce entre dos o más grupos humanos de diferente cultura. Si a uno o varios
de los grupos en interacción mutua se les va a llamar etnias, sociedades,
culturas o comunidades es más bien materia de preferencias de escuelas de
ciencias sociales y en ningún caso se trata de diferencias epistemológicas. Se
sugiere que el profesional que esté realizando intervenciones sociales en un
ambiente de culturas diversas puede preferir la expresión que más le acomode,
siempre que esté bien conceptualizada, excepto el uso de la palabra raza o
razas, que está definitivamente obsoleta. Las palabras etnia y pueblo son
similares e intercambiables (como se indicó, etnia significa pueblo en griego
clásico), mientras que cultura se refiere más bien a la forma de vida y pensamiento
en sí misma y no tanto a la gente que vive esa forma de vida (por lo que desde
una perspectiva fenomenológica, cultura y mundo de vida son prácticamente
similares); mientras que sociedad hace énfasis en los lazos de interrelación
que hay dentro de un grupo humano.
Como podemos ver, se puede hablar de un grupo étnico ("los
mapuches son más numerosos que los otros grupos étnicos nacionales"), de una
cultura (como cuando se dice "la cultura aymará"), de una
sociedad ("la sociedad mapuche o la sociedad rapa-nui"),o de un
pueblo (el pueblo pehuenche), significando exactamente lo mismo: un
grupo humano distintivo pero minoritario dentro de una sociedad mayor y
usualmente originario de los territorios que habita (la excepción son los
Gitanos, que son grupo étnico nómadas urbano-moderno. Como grupos étnicos
minoritarios, no son originarios del lugar que habitan, pero son ciudadanos del
país en que viven)
Por otro lado, para designar un grupo humano minoritario, también
suelen emplearse varios conceptos como si fueran sinónimos, como es el caso de
los conceptos sociedad, cultura y comunidad, si bien ellos exigen ciertas
precisiones de conceptos:
Sociedad: Conjunto organizado
de individuos con un modo determinado de vida y donde se destaca el componente
humano. En este caso, al usar el término sociedad, como en sociedad campesina,
por ejemplo, se está enfatizando la idea de conjunto organizado de individuos.
Cultura: Explicada como malla
de sentidos, a su vez, conjuntos de significados que orientan y organizan la
vida cotidiana. Al hablar de la cultura campesina, por ejemplo, se esta
acentuando precisamente lo último, es decir, el que la cultura sirve como
reguladora de la acción colectiva.
Comunidad: Espacio temporal
de la vida colectiva que debe darse con condiciones mínimas de concordancia con
respecto a fines comunes. Si decimos la comunidad campesina, lo que acentuamos
es la idea de que una comunidad vive con fines comunes.
Glosario resumen:
Cultura Forma de vida y pensamiento: malla de
sentidos organizados en significados.
Raza Obsoleto
Etnia Grupo humano diferenciado por lengua religión,
costumbres y territorio propios.
Pueblo Igual al anterior. El vocablo
"pueblo" para designar a un grupo étnico casi no se usa en
castellano, al menos en Chile, pero es común en la antropología anglosajona, es
decir, en inglés, como en : "The mapuche people of Chile". (El pueblo
mapuche de Chile)
Sociedad Conjunto organizado de individuos con un
modo determinado de vida y donde se destaca el componente humano como en la
sociedad campesina, por ejemplo, donde se destaca la organización social.
Comunidad Espacio temporal de la vida colectiva que
debe darse con condiciones mínimas de concordancia con respecto a fines
comunes. Si decimos la comunidad campesina, lo que acentuamos es la idea de que
una comunidad vive con fines comunes.
TERCERA PARTE
LA INTERCULTURALIDAD COMO COMPRENSIÓN (del otro)
Despejado el uso de términos habituales en medios interculturales,
queda por establecer las condiciones ideales de comunicación intercultural.
La interculturalidad es en realidad comunicación intercultural; es
decir, la existencia de la interacción como fenómeno implica inmediatamente
situarse en un fenómeno comunicacional porque describe una relación entre
culturas, que, buena o mala, se está comunicando por necesidad de una o de
ambas partes. La comunicación intercultural es el grado de comunidad de vida
compartido por agentes de comunidades distintas, pero que por una u otra razón
se encuentran comunicándose en un momento dado" (Rodigo [a]).
Los estudios de comunicación intercultural pasa así a convertirse en
una disciplina con un campo de trabajo y estudio definido por los intereses de
quienes quieren comunicarse eficazmente en ambientes multiculturales o
multiétnicos.
Como conocimiento o como disciplina de estudios teóricos y prácticos,
la comunicación intercultural es sumamente importante en actividades de
conflictos entre culturas, para el desarrollo de la educación, en desarrollo
humano, en la expansión de mercados, en el uso de medios de comunicación
modernos y dondequiera que deben comunicarse eficaz y competentemente dos o más
culturas disímiles. Obsérvese que se habla de comunicación entre culturas y no
entre individuos, debido a que la comunicación entre estos últimos se hace
competente sólo cuando las culturas, es decir, los conglomerados humanos que
las forman, son capaces de una buena comunicación.
Comprender las relaciones interculturales en una situación práctica,
supone comprender la cultura de los dos mundos en contacto Si definimos a la
cultura como la malla de significados o sentidos, que dan sentido a la vida
cotidiana (Weber) en la forma de "programas" computacionales (Geertz)
que en la práctica se convierten en sistemas de valores y normas que rigen la
acción (Giddens), la comunicación intercultural se realiza donde hay contacto
entre dos o más de esas mayas de significados y sentidos. Luego, la
interculturalidad se da cuando un grupo comienza a entender (en el sentido de
asumir) el sentido que tienen las cosas y objetos para los "otros".
Este asumir se refiere a comprender cabalmente, como el que se encuentra en el
concepto de conversión religiosa.
La interculturalidad como comprensión puede ser un compromiso de actos
individuales, porque la cultura está en la mente y tiene que ser la mente de
alguien, pero es comprensión cultural acerca del otro (los otros, en realidad),
como un ente colectivo, sólo cuando es asumido como significación colectiva; es
decir, cuando la comprensión del otro (grupo B) es parte de la malla de
significados compartidos que dan sentido a lo cotidiano en el grupo A.
Por ejemplo, a la pregunta ¿"La asistencia al Encuentro
Intercultural de Jóvenes es un encuentro intercultural"?. Habría que
responder que la mera asistencia al encuentro no podría ser considerado
comunicación intercultural, o si lo es, puede serlo en un nivel muy
superficial, porque aunque sirva para tomar conciencia del "otro"
real, de carne y hueso, podría no evitar que se sigan manteniendo prejuicios
discriminatorios ya instalados. En otras palabras, no hay comunicación
intercultural si un grupo de jóvenes chilenos van y comparten con jóvenes argentinos
que beben mate amargo frecuentemente durante el encuentro y no llegan a
comprender la significación o el sentido que el mate tiene para los jóvenes
argentinos. La comunicación intercultural se produce sólo cuando uno de los
grupos, o ambos, comienzan a sumir los significados del otro. En nuestro
ejemplo, el contacto intercultural se dará cuando, o si el grupo de jóvenes
chilenos llegue a ser capaz de comprender el sentido y significados que tienen
beber mate para el grupo de jóvenes argentinos. Por supuesto que la
comunicación intercultural será más profunda cuantos más aspectos
significativos se conozcan del "otro", de allí que digamos que la
comunicación intercultural es el grado de vida compartido, como ya se explicó.
Según T. Durán, "el mensaje
derivado del análisis de Todorovo es descubrir al otro, previene que esto será
difícil, quizás no totalmente posible, si no se dan las condiciones para que
vaya operando el descubrimiento progresivo. Termina afirmando que este
descubrimiento es individual o compromete a cada individuo, pero está
determinado social y culturalmente. Emprenderlo de modo equilibrado, equivale a
superar los riesgos de negarse a sí mismo por el otro y de someter a los otros
a uno mismo" (T. Durán, citada:29).
De manera que una actitud comprensiva o de genuino interés por
comprender la cultura del otro debería proporcionar unas pautas de eficiencia
para mejorar las habilidades en las situaciones interculturales o
multiculturales. (Tomado de Asunción-Lande,1988:188-189).
Eficacia cultural y competencia comunicativa
"Una comunicación es eficaz
cuando se llega a un grado de comprensión aceptable para los interlocutores"
(Rodrigo[b]), es decir, cuando ambos interlocutores son capaces de comprender
acertadamente lo que unos y otros quieren decir, porque comparten
significaciones en un grado suficiente o muy profundo. La búsqueda de la
eficacia intercultural conduce a crear competencia comunicativa: poder sentirse
competente para comunicarse con los miembros de otra cultura. Para lograrlo es
necesario tener presente los siguientes pasos en que seguimos las sugerencias
de Asuncion-Lande (1988) y Rodrigo (a) y (b):
Comunicación verbal y no verbal
Debe haber, al mismo tiempo, un razonable conocimiento de lo aceptable
y legítimo en la comunicación verbal y la comunicación no verbal con el otro.
Se trata que no sólo hay que compartir lo verbal comunicarse en un idioma
conocido por ambos, o mejor, en el idioma del otro-- sino que también hay que
conocer el significado de los gestos corporales y contextuales (uso del tiempo,
vestidos, orden de las cosas) para el otro, incluyendo el uso correcto de la
distancia mutua al conversar o interactuar (proxémica).
Tomar conciencia de la cultura propia
Ser competente en la comunicación intercultural facilita el conocimiento
de la cultura propia, eliminando en parte o en todo la incertidumbre natural
cuando la cultura de uno está siendo sometida a presiones externas de cambio, o
la excesiva certidumbre de saber cómo debe actuarse o comportarse, con el
natural rechazo a las diferencias que se observan en otras culturas. Como
explica Miguel Rodrigo (a), uno debe iniciar una proceso de "toma de
conciencia de la propia cultura", es decir, observar y estar atento al por
qué hacemos lo que hacemos, para así, comenzar a tomar conciencia de que
nuestras formas de vida, por conocidas que nos parezcan, son sólo nuestras y
más que a menudo vividas de otra manera y con otros significados para la gente
de otros lugares, incluso cercanos. En otras palabras, debemos asumir nuestro propio
etnocentrismo (la centralidad de nuestra cultura) para poder asumir que lo que
hace el otro es tan normal --por raro que nos parezca-- como cualquier cosa
habitual para nosotros. Así, la búsqueda de una comunicación intercultural
eficiente nos permite aceptar los principios de la relatividad cultural de que
cada cultura es tan válida como las otras.
Evitar estereotipos y generalizaciones
Este ejercicio permanente de conocer nuestra propia cultura nos hace
examinar nuestros estereotipos y la de quienes nos rodean, haciéndolos
conscientes como parte de nuestra cultura y posibilitando que podamos darnos
cuenta de los estereotipos que el otro tiene respecto de nosotros. En este
punto, la competencia comunicativa consiste no en evitar los estereotipos directamente,
sino en comunicarnos aceptablemente, evitándolos donde sea necesaria o
usándolos si de esa manera nos comunicamos con más éxito. Si se crea una buena
comunicación mutua, estos desaparecerán solos.
Dicho de otra forma, la competencia en comunicación intercultural
permite evitar las generalizaciones respecto de otras culturas o identidades,
asignándoles estereotipos de ser muy aceptables/deseables (lo europeo para el
chileno medio, por ejemplo), o muy indeseable (como vemos, lo indígena en
Latinoamérica).
Alerta ante el choque cultural
Hay que estar alerta ante el choque cultural, que produce incomprensión
del comportamiento ajeno, lo mismo que emociones negativas como desconfianza,
incomodidad, ansiedad, preocupación, etc. Para superarlo hay que comunicarse
"compartiendo emociones" de manera de ser capaz de crear una relación
de empatía emocional.
Metacomunicarse
Si la necesidad de comunicarse es muy importante porque se necesita
evitar los malentendidos para desempeñarse correctamente y con eficiencia
--como sería el caso de los profesionales que están en una relación
intercultural por imperio de sus funciones-- es necesario que aprendan a
metacomunicarse, es decir, "tener la
capacidad de decir lo que se pretende decir cundo se dice algo. Metacomunicar
significa hablar del sentido de nuestros mensajes, pero no sólo de lo que
significan sino incluso de que efectos se supone que deberían causar"
(Rodrigo [a])
Evitar sobreentendidos
La eficiencia comunicativa con capacidad metacomunicativa significa a
su vez estar consciente de la existencia de sobreentendidos (que incluye
presuposiciones, eufemismos, etc.) en los que el sentido no está en el
significado literal del mensaje porque se ha sobreentendido que el otro sabe de
qué le están hablando y que, como dice Rodrigo, es una "fuente inagotable de malentendidos"--
y ser capaz de evitarlos precisando el sentido de la comunicación. (Un
funcionario habla largamente sobre los objetivos en la formulación de proyectos
sobreentendiendo que era algo conocido en general; sólo para descubrir
posteriormente que los presentes, un grupo de base, en su vocabulario no
contiene y no comprende las palabras "objetivos", "metas" y
otras más, y es bien poco lo que aprendieron)
Atención al contexto comunicacional
Rodrigo agrega que debemos estar atentos al contexto en que se produce
la comunicación intercultural, que son las circunstancias que modifican las
características del proceso comunicativo y que están determinadas por los
sucesos y eventos en marcha: conflictos, ambientes religiosos,
fundamentalistas, de amistad, de solidaridad, de cooperación, incluso del
territorio porque siempre estará más cómodo el que se comunica en su propio
terreno(en el sentido amplio de la palabra). Parte del contexto son las
diferencias de poder: no es lo mismo para ambos que uno sea el jefe de créditos
y el otro un pequeño agricultor en mora, o el profesor ante el apoderado del
niño.
Crear igualdad
El diálogo intercultural debe realizarse dentro de la mayor igualdad
que sea posible (Rodrigo [a]) La que puede darse de diversos modos: por
ejemplo, podría decirse que durante los Diálogos Comunales Mapuches el poder
del Ministro de Planificación, presente en la reunión, estaba equiparado por la
presencia de todas las organizaciones mapuches del sector y de sus dirigentes
(usualmente doscientas o trescientas personas) mirándose frente a frente y
comunicándose. Lo importante es que si uno quiere establecer una comunicación
intercultural en pie de igualdad, se debe poner mucha atención a los elementos
del contexto que permitan que ambas partes se sientan en razonable igualdad de
condiciones. ¿Cómo? Es materia de creatividad y conocimiento de los aspectos
importantes de cada cultura.
Apertura al cambio cultural
Al mismo tiempo, es más dable que se cree una actitud abierta al cambio
cultural, aceptándolo como algo natural, a veces incómodo y en otras
satisfactorio, pero inevitable y no necesariamente doloroso. (Asunción-Lande,
1988)
La comunicación intercultural en estos términos es una forma de
desarrollo personal
Las recomendaciones anteriores sitúan a la persona interesada en tener
competencia intercomunicativa en una situación de mejorar su calidad humana
como persona, porque ensancha su horizonte cultural y, con seguridad, lo
convierte en un experto en la comunicación con amplios y diferentes sectores y
culturas de la humanidad. Al mismo tiempo que le permitirá a una más amplia
posibilidad de ser creativo y experimental a partir de la cultura propia,
desarrollando la capacidad de asombro y reorientación de uno mismo. En
definitiva, es una forma de desarrollo personal
NOTAS
Tomás R. Austin Millán, Sociólogo, Antropólogo Social. Publicado en la
Revista UNAP EDUCACIÓN Y DESARROLLO, Año 1, Nº 1, Marzo 2000, de la Universidad
Arturo Prat, Sede Victoria, IX Región de "La Araucanía", CHILE.
Una primera versión fue publicada como "Conceptos Fundamentales
para el Estudio de la Interculturalidad", en Serie Cuadernos de Discusión
y Estudios Nº 2, de la Dirección de Investigaciones de la Universidad de
Temuco, Noviembre de 1999. La versión final ha sido publicada como
"Comunicación Intercultural: Fundamentos y Sugerencias", en ANTOLOGÍA
SOBRE CULTURA POPULAR E INDÍGENA I, Lecturas del Seminario Diálogos en la
Acción, Primera Etapa, Editado por la Dirección General de Culturas Populares e
Indígenas, CONACULTA, México DF, México.
1. Tomás Austin M., "Conceptos Fundamentales para el Estudio de la
Interculturalidad", en SERIE CUADERNOS DE DISCUSIÓN Y ESTUDIOS Nº 2, de la
Dirección de Investigaciones de la Universidad de Temuco, Abril 1999a.
2 Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana.
3 Al respecto, ver: Raymond Williams, 1976, KEYWORDS, Fontana, Londres,
entrada "Cultura" Págs. 76-82; Traducido por Tomás Austin. Fotocopia.
4 Resulta curioso, pero mores es el plural de costumbre en latín (mos)
y folkways del inglés, es correctamente traducida como costumbre, igualmente.
5 Raymond Williams, citado; G. N. Fischer, 1992, CAMPOS DE INTERVENCION
EN PSICOLOGIA SOCIAL, Narcea, Págs. 16 y ss.
6 Raymond Williams,
citado.
7 G. N. Fischer, op.
cit.
8 Uso sociológico típico de la palabra cultura lo encuentra en José
Joaquín Brunner, 1994, BIENVENIDOS A LA MODERNIDAD, especialmente la Quinta
Parte "Encrucijadas de la cultura moderna" p. 217 y ss.
9 Umberto Eco según EL MERCURIO 8.12.96. pág. E3.
10 Fischer, citado.
11 Son innumerables los estudios de depresiones y suicidios en grupos
de inmigrantes, exiliados y despatriados.
12 Buxó i Rey, "La cultura en el ámbito de la cognición", en
Mercedes Fernández M. (Coord.) SOBRE EL CONCEPTO DE CULTURA, Ed. Mitre, 1984
Pág. 13
13 Fondo de Cultura Económica. Mex.
14 Alianza Universitaria.
15 Fondo de Cultura Económica. Mex.
16 Aquí también se revela el problema de los nombres de la disciplina:
Antropología Social para los británicos y Antropología Cultural para los
norteamericanos. Además habría que agregar que cada corriente nacional engloba
a las otras antropologías como parte de la propia: como la Antropología norteamericana
que dice que la Antropología Social y la Etnología son subdivisiones de la
Antropología Cultural, lo que es negado por Franceses e Ingleses que creen lo
contrario.
17 Véase la entrada CULTURA en la ENCICLOPEDIA INTERNACIONAL DE
CIENCIAS SOCIALES, McMillan-Aguilar, para cuyo autor ambos conceptos son
justamente intercambiables, sin más.
18 Juan Maestre Alonso, INTRODUCCIÓN A LA ANTROPOLOGÍA SOCIAL, Akal,
1983.
19 Sir Edward B.
Taylor: PRIMITIVE CULTURE, 1871, Pág. 1.
20 Jeorge R. Mead,
entrada "Cultura" de la ENCYCLOPEDIA OF ANTHROPOLOGY, de Hunter y
Whiten, Harper and Row, New York, 1976, Pág. 102-3.
21 CULTURA: UNA
REVISIÓN CRITICA DE CONCEPTOS Y DEFINICIONES, Papers of the Peabody Museum of
American Archeology and Ethnology, Vol. 47, Nº1, 1952, p.283 y ss. Las
definiciones encontradas las catalogaron como: (1)descripciones enumerativas,
(2)históricas, (3)normativas, (4) psicológicas, (5) estructurales y (6)
genéticas.
22 Kroeber y Cluckhoholm, citado.
23 Esto puede apreciarse si se considera que el término usado desde
Ruth Benedict en su libro PATTERN OF CULTURES es el de "pattern" cuya
principal acepción es la de molde o patrón (modelo), solo recientemente se ha
traducido por pauta, que es una significación más flexible, pero también una
acepción secundaria, casi connotativa.
24 Teresa Valiente C. "Precisiones conceptuales",(datos
incompletos), Abya-Yala, Quito, 1993, pág. 15.
25 Carlos Reynoso (TEORIA, HISTORIA Y CRITICA DE LA ANTROPOLOGIA
COGNITIVA, Edición Búsqueda, 1986, Bs. As.) ve varias etapas o fases en el
desarrollo de la Antropología Cognitiva, en donde Goodenough aparece en la
Segunda fase, cuando ya el paradigma, los métodos y las técnicas habían sido
formulados y ya perfectamente delimitada como escuela opuesta a la tradición
comparativista.
26 "Pasaje que ha llegado a convertirse en el locus clássicus de
todo el movimiento". Clifford Geertz, LA INTERPRETACIÓN DE LAS CULTURAS,
Gedisa, 1987, Pág.
25. También Reynoso, citado, Pág. 31.
27 Conviene recordar que Enculturación es respecto de la adquisición de
competencias culturales, el mismo
fenómeno que en Sociología se llama Socialización para la adquisición de
competencias en las relaciones sociales.
28 Reynoso, citado, Pág. 24. El enfoque emic implica recoger fielmente
las explicaciones tal como las entregan los miembros de la cultura en estudio.
Por contraposición el enfoque etic se refiere a los fenómenos tal como los
explica el cientista social. (Proviene de la lingüística y los conceptos de
fonema y fonética)
29 Marvin Harris, ANTROPOLOGIA CULTURAL, Alianza Editorial, 1979, Pág.
506
30 Ma. Buxó i Rey, citado, 1984, Pág. 33. Mi énfasis.
31Ma. Buxó i Rey, "Vitrinas, cristales y espejos: Dos modelos de
identidad en la cultura urbana de las mujeres Quiche de Quetzaltenango",
en José Alcina Franch (compilador), INDIANISMO E INDIGENISMO EN AMERICA.
Alianza (500 años) 1990, Pág. 134. Mi énfasis.
32 Ma. Buxó i Rey, 1990, Pág. 139. Mi énfasis.
33 Geertz, citado, Pág. 20. Mi énfasis. Hay que agregar que algunos
autores traducen "tramas de sentidos", en vez de "tramas de
significación", lo que es muy importante porque permite dar una mayor
acento hermenéutico o fenomenológico a la definición.
34Geertz, citado, Pág. 51, Mi énfasis.
35 Que en otra parte hemos denominado las tres culturas: de los padres
y apoderados, docentes y paradocentes y del alumnado: Tomás Austin M.,
FUNDAMENTOS SOCIOCULTURALES DE LA EDUCACIÓN, Editorial Pillán, 1999b Temuco.
36Ver Tomás Austin, citado, 1999b. Allí también se agregaron seis tipos
de significados que pueden ser usados para interpretar una cultura, desde lo
más objetivo a los más subjetivo: cultura material, normativa, de costumbres,
lenguaje verbal, sistemas simbólicos y valores. Como se explicó, en todo
fenómeno cultural estos elementos universales se encuentran entremezclados y
con distintas intensidades, dependiendo de la ocasión y la situación.
37 Entorno El entorno es todo aquello que envuelve a un individuo o a
un grupo humano, por el solo hecho de estar allí, pero sin examinar el grado de
significado que sus componentes o elementos tengan para esos individuos o
grupos humanos. El entorno es simplemente lo que rodea, --esta allí, pero no
dice nada-- mientras que el contexto es el entorno más la significación
cognitiva para el grupo social, por ello es que la palabra contexto es usada
para referirse al medioambiente pero con un sentido comunicacional. El entorno
carece de "alma" o "espíritu" cultural en forma de
elementos y sistemas simbólicos compartidos, mientras que el contexto incorpora
todo lo simbólico o que "representa algo para alguien bajo cualquier
circunstancia", y ese alguien es capaz de interpretarlo y exteriorizar sus
significados a través de su cultura de una manera completamente desapercibida
para él o para ellos. Se suele usar la palabra medioambiente, cuando se hace
referencia solo a los elementos naturales, interrelacionados, del medio,
incluyendo fauna, flora y geografía; cuando se incluye al grupo humano que lo habita
es preferible hablar ya de contexto, porque incluye la cultura y la
comunicación humanas.
38 J. L. Fuentes, GRAMATICA MODERNA DE LA LENGUA ESPAÑOLA, 1991, pág.
49.
39 Ministerio de Educación Programa MECE Rural, 1992, DESARROLLO
CURRICULAR, ESCUELAS UNI, BI Y TRI-DOCENTES. Santiago p. 22.
40 De manera que la condición natural de la cultura es que ésta varía
--se diferencia, cambia en poco o en mucho-- en lo que se refiere sus
contenidos entre grupos humanos; por esta razón, no es posible encontrar dos comunas
que sean idénticas, dos poblaciones de una ciudad, o dos regiones en el país
que no muestres diferencias en los elementos que componen su cultura. Es decir,
costumbres, valores, normas, lenguajes y simbolismos van a cambiar de grupo en
grupo humano haciendo que cada uno de ellos exprese su propia identidad
cultural.
41 Hago notar que en nuestra cultura regional la palabra
"lugar" tiene mucho más significado que su equivalente "espacio
geográfico", porque implica espacio habitado, humanizado y culturalizado.
42 Roberto Cardoso de Oliveira, "La politización de la identidad y
el movimiento indígena", en José Alcina Franch (compilador), INDIANISMO E
INDIGENISMO EN AMERICA. Alianza (500 años) 1990, pág. 146.
43 Desde esta perspectiva, el concepto de identidad cultural es
claramente positivista, puesto que se trata de un concepto de un fenómeno
observado por los sentidos, un aspecto epistemológico que cobra relevancia al
momento de evaluar las teorías y conceptos envueltos en el estudio de la
interculturalidad. Esta reflexión lleva a pensar que la profusión de términos y
conceptos involucrados en la teoría de la interculturalidad necesita de un
estudio epistemológico que clarifique los conceptos según las perspectivas de
filosofía de la ciencia que los guía.
44 Tomás Austin, citado, 1999b
BIBLIOGRAFÍA
Alcina
Franch, José (compilador), INDIANISMO E INDIGENISMO EN AMERICA, Alianza (500
años) 1990.
Asunción-Lande,
Nobleza C. Comunicación Intercultural, en Carlos Fernández C. y Gordon L.
Dahnke, LA COMUNICACIÓN HUMANA, McGraw-Hill, 1988
Austin
Millán, Tomás, "Conceptos Fundamentales para el Estudio de la
Interculturalidad", en SERIE CUADERNOS DE DISCUSIÓN Y ESTUDIOS Nº 2, de la
Dirección de Investigaciones de la Universidad de Temuco, Abril 1999.
Austin
Millán, Tomás, "FUNDAMENTOS SOCIOCULTURALES DE LA EDUCACIÓN",
Editorial Universidad Arturo Prat, Temuco, Noviembre 1999.
Berger, Peter
y Luckmann, Thomas, MODERNIDAD, PLURALISMO Y CRISIS DE SENTIDO, Paidós,
Barcelona, 1997.
Berger, Peter
y Luckmann, Thomas, LA CONSTRUCCION SOCIAL DE LA REALIDAD.
Bonfil-Batalla,
Guillermo, "La Teoría del Control cultural en el estudio de proceso
étnicos", en ARISANA N° 10, Caracas 1989.
Buxó i Rey,
Ma. Jesús, "Vitrinas, cristales y espejos: Dos modelos de identidad en la
cultura urbana de las mujeres Quiche de Quetzaltenango", en José Alcina
Franch (compilador), INDIANISMO E INDIGENISMO EN AMERICA. Alianza (500 años)
1990.
Cardoso de
Oliveira, Roberto, "La politización de la identidad y el movimiento
indígena", en José Alcina Franch (compilador), INDIANISMO E INDIGENISMO EN
AMERICA. Alianza (500 años) 1990.
Cámara
Barbachano, Fernando, "Identidad y Etnicidad indígena histórica", en
José Alcina Franch (compilador), INDIANISMO E INDIGENISMO EN AMERICA, Alianza
(500 años) 1990.
Carrasco,
Silvia, "Interculturalidad, educación, comunicación", en
http://www.blues.uab.es/incom/2004/cas/carrcas.html.
Dahl, Stephan, "Communications
and Culture Transformation, Cultural Diversity, Globalization and Cultural
Convergence", en
http://www.Stephweb.com/capstone
Durán P,
Teresa, "¿Qué entendemos por Interculturalidad? Una respuesta desde la
Antropología Sociocultural", en Desiderio Catriquil Colipan, (Comp.) ACTAS
DEL PRIMER SEMINARIO LATINOAMERICANO DE EDUCACIÓN BILINGÜE, Universidad
Católica de Temuco, Chile.
Esteva-Fabregat,
Claudio, "Indígenas, memorias Étnicas y sociedades abiertas, perspectivas
comparadas", en José Alcina F. INDIANISMO... pág. 105-6.
ENCICLOPEDIA
INTERNACIONAL DE CIENCIAS SOCIALES, Entrada "Grupos Etnicos". 1969,
McMillan-Aguilar.
Fuentes, J.
L. GRAMATICA MODERNA DE LA LENGUA ESPAÑOLA, 1991, pág. 49
Fischer, G.
N. 1992, CAMPOS DE INTERVENCION EN PSICOLOGIA SOCIAL, Narcea.
Geertz,
Clifford, LA INTERPRETACIÓN DE LAS CULTURAS, Gedisa, 1987
Giddens,
Anthony, SOCIOLOGÍA, Alianza Universitaria, 1993
Kottak,
Conrad, ANTROPOLOGÍA CULTURAL, Espejo para la Humanidad, Cap. 4: "La
construcción Cultural de la Raza", McGraw-Hill, 1997:51-65.
Ministerio de
Educación, Programa MECE Rural, 1992, DESARROLLO CURRICULAR, ESCUELAS UNI, BI Y
TRI-DOCENTES. Santiago p. 22.
Rodrigo
Alsina, Miguel, (a) "La comunicación intercultural",
http://www.blues.uab.es/incom/2004/cas/rodcas.html.
Rodrigo
Alsina, Miguel, (b) "Elementos para una comunicación intercultural"
http://www.cidob.ec/español/publicaciones/afers.
Raimond Williams, KEYWORDS, Fontana,
Glasgow, 1976
Stuchlik,
Milán, 1985, "Las políticas indígenas en Chile y la imagen de los
mapuches" en CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD (CUHSO), Vol.2, Nº2, Sept 1985.
Pontificia U. Cat. de Temuco, págs. 160-193.
Valiente,
Teresa, "Precisiones Conceptuales, cultura, identidad cultural, interculturalidad,
socialización indígena y pedagogía", en s/d Abya-Yala, Quito, 1993.
Bibliografía
sobre razas y racismo.
Héctor Betancourt y Steven Regeser
López, en "The Study of Culture, Ethnicity and Race in American
Psychology", AMERICAN PSYCHOLOGIST, Junio 1993
Donald Light, Suzanne Keller y Craig
Colhoun, 1991, SOCIOLOGIA, McGraw Hill, Colombia
ENCICLOPEDIA
INTERNACIONAL DE LAS CIENCIAS SOCIALES, Entrada: "Raza -
Racismo"
Ina Corinne
Brown, 1968, COMPRENSIÓN DE OTRAS CULTURAS, Ed. Pax, Mex. Cap. 2, Nº4 "La
raza y la cultura".
Oscar
Contardo, "Indio, Negro y Feo", EL MERCURIO, Chile. 19.7.1998.
Anthony
Giddens, SOCIOLOGÍA, Cap. 8. "Etnicidad y Raza", Alianza Universitaria,
1995.
Conrad P Kottak, ANANTROPOLOGÍA,
McGraw Hill, 1994, Cap. 5. "La Construcción Cultural de la
Raza"
Luigi L.
Cavalli-Sforza, "No hay justificación científica para la existencia de las
razas", MUY INTERESANTE Nº78, Enero 1994.
E. Adamson Hoebel,
1973, ANTROPOLOGÍA: EL ESTUDIO DEL HOMBRE, Omega, Barcelona, Parte 3:
"Raza y Cultura".
ICARITO
Especial Nº 70, TODAS LAS RAZAS DE UNA SOLA VEZ
Godfrey
Liendhart 1964, ANTROPOLOGÍA SOCIAL, Mex. Cap. 1, Parte II. Pág. 37 y ss.
SALVAT,
COLECCIÓN EL HOMBRE Y SU MUNDO, "Internacionalismo y Racismo".
Revista
CONOZCA MAS, Nº8, Agosto 1993, "Que es el racismo", pág. 18.
Milán
Stuchlik, 1985, "Las políticas indígenas en Chile y la imagen de los
mapuches" en CULTURA, HOMBRE, SOCIEDAD (CUHSO), Vol.2, Nº2, Sept 1985.
Pontificia U. Católica de Temuco.
José
STEINSLEGER, La violencia como producto de la cultura, Temas de LA ÉPOCA,
23.4.95
Carlos
Valenzuela, "Mezcla racial en la población chilena", en MENSAJE Nº
285, Dic. 1979.
2 comentarios:
Hola, me gustaria saber si usted es Tomas Austin R. Millan he leído sus trabajos y son increibles necesito una foto de usted para un proyecto de ciencias sociales, es magnifico!
En realidad mi nombre es Tomás Ricardo Austin Millán, siendo Austin mi apellido paterno. En cuanto a la foto, trataré de publicar una en un futuro próximo. La mentablemente solo vi tu comentario hoy día 14 de octubre.
Publicar un comentario